Cristian Cardenas-Lailhacar (*)
9 de Junio de 2020
En estos tiempos en que los ingresos, los flujos de caja, y la ejecución de proyectos están cuesta arriba para todos, especialmente para PYMEs, mini-pymes, emprendedores y empresas de productos y servicios, escuchamos el refrán: “No hay mal que dure 100 años …”. Más que preguntar cuanto tiempo durará esto, debiésemos preguntarnos, qué hacemos ahora y cómo estar mejor preparados para cuando volvamos a nuestras actividades más “normales”.
Es aquí donde, históricamente, las nuevas ideas, la imaginación, la innovación, las iniciativas del sector privado, con un cierto grado de ayuda del sector público, han sacado las economías adelante en tiempos críticos. Como escuchamos muy seguido, hay que “reinventarse”. Estas ideas provienen de cada uno, de las motivaciones, de la observación de un proceso, un producto, un desecho, etc., que puede llegar a ser el interés de alguna otra empresa o proceso. Aquí aparece también la economía circular.
Hoy contamos con recursos inexistentes en el pasado: webinars, teleconferencias, promociones, páginas web, aplicaciones (Apps), correos electrónicos, redes de contactos, llamado a presentación de propuestas, e incentivos, entre otros. Estos nos permiten acercarnos a un gran número de empresas con nuevos productos y servicios que ahora deberán buscar nuevas maneras de oferta que estén fuera de lo convencional. Un servicio que tenga ventajas comparativas significativas, económicamente viables, y con un valor agregado, que haga que el “producto” ofrecido sea más competitivo. Es decir: un menor precio, un producto adicional – hacemos “X” pero por el mismo precio entregamos, además, “Y”, …. damos una muestra gratis para su evaluación y “luego conversamos por un proyecto más grande” … Las oportunidades, inevitablemente, comenzarán a aparecer.
Desde este punto de vista, y pensando en las empresas de productos y servicios y en los emprendedores, la eficiencia energética (Efe) aparece como una gran oportunidad para volver a, y/o mantener, números azules, aportando y mostrando desarrollo de ideas y oportunidades. ¿Cómo? La experiencia demuestra que la EfE puede llegar a reducir desde un 10% a un 100% los consumos de energía y, por tanto, los costos generando, además, un aumento de la productividad, mejor manejo de desechos (cuando los hay), etc. El que la energía en Chile sea costosa, significa justamente “oportunidades”. Un ejemplo de esto es “auditorías de energía”. Es aquí donde quien necesita reducir costos (Pyme y Minipyme), y quienes pueden ayudar a este fin: un emprendedor, una consultora, una empresa de servicios y/o productos, las ESCOs, entre otras, deben colaborar. Esta colaboración lleva a una inevitable situación de “ganar-ganar”. A esta asociación ayudan los medios electrónicos a nuestra disposición. Hay que ser mas agresivos, ofrecer una muestra gratis tal vez (un botón), uso temporal del producto o servicio, un equipo, un nuevo software (tal vez una versión “Light” en nuestra página web, etc.), que muestra lo que se puede hacer y lograr, preparar documentos que el cliente debiese llenar, etc.
En definitiva, habrá que correr riesgos, poner a trabajar la imaginación y confiar en que, Dios mediante, ¡este mal no durará 100 años!
(*) Cristian Cárdenas-Lailhacar es químico de la Universidad de Chile y Doctor en Química Cuántica de la Universidad de Florida (EEUU). Entre sus áreas de especialización se incluyen la Eficiencia Energética, Optimización del Uso de Energía y Sistemas, Optimización de Procesos Industriales, Energías Renovables, Sustentabilidad Energética, Política Eneregética, Diseño de Sistemas de toma de Decisiones y Reactividad Química. En el período 2010-2011, se desempeñó com Director Ejecutivo del Programa País Eficiencia Energética (PPEE) del Ministerio de Energía de Chile, posición en la que creó y fue el primer Director Ejecutivo de la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (AchEE). Actualmente es profesor adjunto en el Depto. de Ingeniería Mecánica y Aereo-Espacial (MAE) de la Universidad de Florida (UF), y es el Subdirector del Centro de Evaluación Industrial en la misma Universidad.